Y me contó la historia de un muchacho enamorado de una estrella. Adoraba a su estrella junto al mar, tendía sus brazos hacia ella, soñaba con ella y le dirigía todos sus pensamientos. Pero sabía, o creía saber, que una estrella no podría ser abrazada por un ser humano. Creía que su destino era amar a una estrella sin esperanza; y sobre esta idea construyó todo un poema vital de renuncia y de sufrimiento silencioso y fiel que habría de purificarle y perfeccionarle. Todos sus sueños se concentraban en la estrella. Una noche estaba de nuevo junto al mar, sobre un acantilado, contemplando la estrella y ardiendo de amor hacia ella. En el momento de mayor pasión dio unos pasos hacia adelante y se lanzó al vacío, a su encuentro. Pero en el instante de tirarse pensó que era imposible y cayó a la playa destrozado. No había sabido amar. Si en el momento de lanzarse hubiera tenido la fuerza de creer firmemente en la realización de su amor, hubiese volado hacia arriba a reunirse con su estrella.
Que difícil es mirar el abismo y aguantarse las ganas de saltar, porque al final de cuentas se sabe lo que nos aguarda en el fondo, sin embargo el miedo de querer descubrir lo que nos espera si miramos hacia arriba nos paraliza, la vida es tan imperfecta que la mayoría mira el abismo y salta sin dudarlo, quiero creer que el momento en que me ha tocado elegir ha llegado, ahora estoy parado al borde del abismo contemplando aquel fondo que tiene un final casi perfecto, antes hubiera saltado sin dudarlo ni un momento, pero algo dentro de mi me pide a gritos que mire hacia arriba y vuele para descubrir lo que me espera a tu lado y aun sabiendo que subo más alto la caída dolerá mucho más, sé que habrá valido la pena pues habré hecho lo que la mayoría no pudo, así que mirare tus ojos e intentare llegar hasta ellos.

muy lindo en verdad que cada ves me sorprendes mas y mas...... muchas gracias esta muy lindo y si quedara aqui para siempre!! muuuuuack
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